Este snack está formulado para gatos de todas las razas y edades, a partir de los 5 meses. Su textura blanda y sus ingredientes naturales lo hacen ideal para gatos jóvenes, adultos y mayores que necesitan apoyo en la salud de su piel y pelaje.

Puedes empezar a ofrecer este snack a tu gato a partir de los 5 meses de edad. Esto garantiza que el sistema digestivo de tu mascota esté lo suficientemente desarrollado para aprovechar los beneficios de las vitaminas y otros nutrientes de forma segura.

La cantidad recomendada es de 4 a 10 piezas al día, dependiendo del tamaño y necesidades de tu gato. Es importante no exceder esta cantidad para asegurar que tu gato reciba una dosis adecuada sin consumir calorías innecesarias.

Este snack contiene vitaminas C y E, que son antioxidantes y ayudan a mantener la piel saludable y el pelaje brillante y flexible. Los aceites y grasas naturales también contribuyen a un pelaje suave y sedoso.

Sí, está formulado con ingredientes 100% naturales y sin aditivos artificiales, lo que lo hace seguro para gatos con piel sensible o propensos a alergias. Sin embargo, si tu gato tiene una condición específica, siempre es recomendable consultar con el veterinario antes de introducir un nuevo producto.

No, este producto está hecho exclusivamente con ingredientes naturales, sin conservantes, colorantes ni saborizantes artificiales. Esto garantiza que tu gato consuma un snack seguro y saludable.

Se recomienda almacenar los snacks en su empaque original, en un lugar fresco y seco, lejos de la luz directa para conservar su frescura y mantener su textura blanda.

Además de los beneficios para la piel y el pelaje, las vitaminas C y E fortalecen el sistema inmunológico y actúan como antioxidantes, apoyando la salud general de tu gato.

Para obtener los mejores resultados en la salud de la piel y pelaje, es recomendable ofrecer este snack de manera regular, siguiendo la dosis diaria recomendada. La constancia en su consumo permitirá que tu gato reciba los beneficios de las vitaminas y nutrientes.

Si tu gato consume más de la cantidad recomendada, podría experimentar molestias digestivas. En caso de una ingesta excesiva, observa su comportamiento y, si es necesario, consulta a un veterinario para una orientación adecuada.